Según
cita el investigador folklórico y escritor León Benarós, José Vicente
Solá, en su "Diccionario de Regionalismos de Salta" define:
FRONTERA: LLámase así la zona que comprende la tercera sección del departamento
de Anta (Fuerte de Pitos, Macapillo, Quebrachal, etcétera). El origen
del término está en que por alli pasaba el camino seguido por los colonizadores,
el que dividía el territorio salteño en dos partes: una ocupada por los
indios y la otra ya conquistada para la civilización.
FRONTERIZO, ZA. Dícese del natural o perteneciente a la zona llamada la
Frontera. El Fronterizo es el arquetipo del gaucho salteño.
La calificada opinión de Solá está en consonancia con la explicación que
da otro estudioso, Exequiel Díaz, quien en su libro "La frontera salteña
y sus costumbres" dice lo siguiente:
Es tradicional llamar a la región de la provincia de Salta "La Frontera".
Comprende ésta desde el río Salado, que respaldan las serranías de Anta,
hasta el Tala, dividida de norte a sur por el antiguo camino del Perú...
La Frontera ha sido, en todos los tiempos, escenario abierto y de ininterrumpida
representación: dominación y deserción incásica: quebrada, pirka, ídolo...
Durante el siglo llamado de "la fantasía": Felipe Gutiérrez y el pueblo
de Esteco; Diego de Heredia; Cáceres, Nuestra Señora de Talavera; Las
Juntas (política y geográfica), etc. Luego llegarán las reducciones jesuíticas
de junto al Salado: Fuertes de Estero, Metán y de Nuestra Señora del Rosario.
Siglo XIX con sus diversas etapas: Las Piedras, río Pasaje, Posta de Yatasto,
Los Horcones, Metán, etcétera.